15 Jun RIVELLO RESIDENCIAL: ¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE?
RIVELLO RESIDENCIAL: ¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE?
Desde mi experiencia en la materia, como ingeniero civil y como ex director de protección civil municipal y bomberos, daré mi opinión al respecto, misma que me han solicitado en reiteradas ocasiones los medios de comunicación, pidiendo que expliquemos que pasó, que demos recomendaciones o que definamos un culpable del suceso, unos queriendo que sea la constructora, la autoridad que no actúa, el Director Responsable de Obra (DRO) negligente o la persona que hizo la instalación.
De acuerdo a datos conocidos, en los últimos seis años se han presentado más de 3,600 reportes de fugas de gas y más de 160 explosiones, al menos las registradas en los informes oficiales del ayuntamiento y de aquí, más del 80% se presentan en domicilios particulares.
Este problema tiene varias vertientes que trataremos de explicar:
1.- Todas las CONSTRUCCIONES NUEVAS deben de cumplir con lo que marca el reglamento de construcción vigente y sus normas técnicas complementarias y que se le exige a los contratistas y desarrolladores de vivienda a través de la figura del DRO y que son los “ojos del ayuntamiento” que la construcción y las pruebas a las instalaciones se deban de realizar sean conforme a proyecto y a las normas federales correspondientes (eléctricas y de gas). Desde este punto, con plena seguridad puedo afirmar, por la misma estadística, que es poco probable que esta sea la causa generadora de un siniestro, sin embargo, no descarto de ninguna manera que pueda llegar a suceder, porque tampoco trataré de tapar el sol con un dedo o justificar a nadie.
2.- El tema de la INSTALACIÓN de los equipos como estufas, calentones o secadoras, o modificaciones internas en una vivienda ya en funcionamiento, mismas que deben ser instaladas por peritos, qué si bien es cierto, son pocos que cumplen con ese perfil, ya que aquí en Sonora no existe ninguna entidad que los califique como tal, salvo el reconocimiento que mediante su experiencia y certificaciones federales el municipio los reconoce.
Es así que en el mejor de los casos las personas acuden a algún plomero o “instalador especialista en gas” y en el peor de los casos, son ellos mismos quienes se animan a hacerlo, sin ningún tipo de conocimiento en la materia.
Este tema, que en nada tiene que ver con la construcción original, sino es decisión del ocupante del inmueble, y que a diferencia de algunos locales comerciales (tortillerías, restaurantes, rosticerías, etc) la Coordinación Municipal de Protección Civil se los exige mediante el Dictamen de Seguridad Anual y qué en el manejo de gas, es una obligación que impone la NOM-004-SEDG-2004. Hay que recalcar que el “sujeto obligado” debe cumplir y no lo hace, y se atiene en muchos casos, que la suerte lo proteja y no ocasione un siniestro o le caiga una inspección por parte de la autoridad, apostándole a la escasa capacidad de inspección por falta de recursos humanos y materiales, que lamentablemente en la mayoría municipios del país existe y se voltea a ver la importancia de la dependencia, sólo cuando sucede algún incidente como este.
3.- El tema de los CILINDROS DE GAS, es un problema importante que está también subdivido en varias vertientes: a) el autorelleno que la ciudadanía hace de cilindros en estaciones de carburación, algo que no es supervisado por ninguna autoridad, ya que es federal y es un problema añejo donde las mismas estaciones de carburación lo saben y se amparan en ese vacío legal para seguirlo haciendo.
b) El peligro va en torno al traslado de los cilindros, en bicicleta, carretillas o cajuelas y c) otro es que a no entrar a una empresa gasera (expendedora de cilindros, aunque en muchos casos son las mismas) y que el cilindro por ser el mismo, presentará con el paso del tiempo o mal manejo de los mismos, porosidades por oxidación o golpes en las uniones de las válvulas que junto a la mala calidad del material utilizado al momento de conectarlos ocasionan fugas o explosiones, a veces usan mangueras de jardín y alambre o insumos chinos, regulador no apropiado para nuestras condiciones climáticas, así como el uso de mangueras tramadas, que se encuentran fuera de los requisitos mínimos que indica la normativa.
Recordemos que los cilindros que son surtidos por las gaseras se les da mantenimiento preventivo (o se retiran de circulación) y se revisan para que no presenten fugas, además, no se llenan a su máxima capacidad por el tema de la expansión del gas por las altas temperaturas, lo que no sucede en las estaciones de carburación, también causante de fugas y explosiones.
4.- La falta de CULTURA, no podemos decir que las autoridades no hacen campañas al respecto, aunque en algunos casos solo cuando sucede un percance, pero lo hacen; es más, en los recibos de las gaseras, por atrás vienen recomendaciones para el usuario, pero regularmente al ver cuánto nos cobran, ni queremos volver a verlo.
No revisamos las instalaciones de manera periódica, con agua y jabón en las conexiones, para ver si no hay alguna fuga o instalar algún detector de gas y menos aún, contar con seguro que cubra nuestros daños y la responsabilidad civil, donde ambos son accesibles y aunque se cuente con seguro de predial, jamás será suficiente para hacer frente a un suceso de tal magnitud.
CONCLUSIÓN
Regularmente el departamento de bomberos emite un informe de causa probable (ICP), que se basa en lo observado al momento de atender la emergencia, siempre y cuando sea solicitado por el afectado, para el deslinde de responsabilidades, sin embargo, no es un documento 100% válido ante una autoridad penal. Cuando a causa del suceso, exista un deceso, como fue el caso, se sigue de oficio y la determinación de la causa depende de los peritos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) quienes tendrán la última palabra al respecto.
Razón por la cual, se confunde cuando los medios de comunicación piden a la autoridad municipal emitan un juicio inmediato de lo sucedido, mismo que puede causar linchamientos mediáticos ante hechos que no son contundentes, al no tener los elementos completos para determinarlo.
En redes sociales y algunos medios, con una sola declaración dan un veredicto de lo sucedido y a veces se alarma a la ciudadanía o se acusa a quién y puede o no ser el responsable, por ello importante que los medios de comunicación seamos prudentes en este tipo de casos que puede afectar la reputación de una persona, una empresa o todo un sector y de igual modo, a las familias que se han visto afectadas ¿y porque no? adoptar alguna causa preventiva de manera permanente.
Por lo tanto, debemos esperar que la autoridad determine su veredicto en este caso en particular y como vemos, es mucho lo que se debe de hacer en lo general, debemos trabajar e invertir en PREVENCIÓN y dejar de pensar como siempre sólo en la ATENCIÓN DE LA EMERGENCIA; es un esfuerzo en el que venimos trabajando desde hace años, RESILENCIA, que como sociedad, especialistas, comunicadores y autoridades requerimos y no dejaremos de seguir insistiendo en este tema, hoy fue la explosión, mañana picaduras de abejas y después fraccionamientos inundados, queremos evitar que sea como siempre, solamente la nota de la semana y sea un verdadero estilo de vida, por nuestra seguridad y nuestras familias.
En cualquiera de los casos, estamos a la órdenes en el correo incide.guillermo@gmail.com
GUILLERMO MORENO RIOS
Ingeniero civil, académico universitario, empresario, comunicador, especialista en gestión y transferencia financiera de riesgos y fundador de Consejo INCIDE, A.C.
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