24 Mar EL CASO DE GEORGE FLOYD COMO HERRAMIENTA DE MANIPULACIÓN (2ª. Parte)
El dictamen original del forense del condado sobre la causa de muerte fue que no hubo signos de asfixia traumática o estrangulamiento. Floyd tenía fentanilo en su sistema (11 ng/mL, más del doble de lo que cualquiera puede soportar) y señales recientes de metanfetamina (depresores como el fentanilo puede causar ciertos problemas respiratorios).
Señala que murió de paro cardiorrespiratorio, y que tuvo lastimaduras producidas durante el forcejeo y sometimiento, pero nada que pusiera en peligro su vida. Aun así, fue dictaminado como homicidio. Pero mientras el forense no encontró evidencia que demostrara que haya habido asfixia traumática o estrangulamiento, un reporte encargado por la familia Floyd concluye que la causa de muerte fue asfixia por presión constante.
Otra posible causa de la muerte de Floyd, a juzgar por lo que se ve en los videos, es el Síndrome de Delirio Excitado (EXD). Este típicamente comienza pocos minutos antes de la muerte, generalmente por una sobredosis fatal de droga (como fentanilo, por ejemplo). Un artículo del Western Journal of Emergency Medicine (Excited Delirium, por Asia Takeuchi, 2011), menciona que todas las descripciones mencionan casi exactamente la misma secuencia de eventos: agitación (miedo, pánico, gritos, violencia e hiperactividad), cese repentino del forcejeo, paro respiratorio (ya desde que intentaban introducir a Floyd a la patrulla se le escucha decir varias veces “I can’t breathe!”) y muerte.
Ante esto, y dado que la persona que está sufriendo EXD muestra mucha fuerza, no es raro que la mayoría tenga que ser sujetado, en algunos casos boca abajo, con la rodilla presionando la espalda o el cuello, como en el caso que nos ocupa. Se ha dicho que eso ayuda a prevenir lesiones y muerte, conservando la energía del sujeto, aunque también hay quienes opinan lo contrario: que aumenta la posibilidad de un desenlace fatal.
Aparentemente, Chauvin actuó de acuerdo al primer criterio, presionando en la parte lateral del cuello, no impidiéndole a Floyd respirar, aunque debieron aflojar cuando éste ya no se movía. Pero por otro lado, se supone que la policía debe mantener inmóvil al sujeto hasta que llegue la ambulancia (por cierto, Floyd nunca fue golpeado).
Pero independientemente de cuál haya sido realmente la causa de la muerte, el hecho es que se le dio mucha difusión a lo sucedido bajo la óptica de que Floyd no tuvo la culpa de nada, sino que toda la culpa recae en los cuatro policías. Esta narrativa fue la mecha que caldeó los ánimos y produjeron los disturbios.
Wikipedia, por ejemplo, dice de manera parca: “el 25 de mayo de 2020, la policía fue llamada por un empleado de la tienda de abarrotes Cup Foods, quien sospechaba que Floyd había usado un billete falso de 20 dólares. Floyd estaba sentado en un carro con dos pasajeros. Los oficiales de policía sacaron a la fuerza a Floyd del carro y lo esposaron. Floyd fue asesinado por Derek Chauvin, un oficial de policía blanco de Minneápolis, quien presionó con su rodilla el cuello de Floyd por 9 minutos y 29 segundos, mientras que Floyd estaba boca abajo y esposado en la calle”. Y como vemos, no deja de mencionar que el oficial Chauvin, quien sería condenado por un jurado que incluía activistas de Black Lives Matter, es blanco.
Recientemente ocurrió otro incidente en Estados Unidos, en el que otra persona de raza negra murió a manos de la policía. El automovilista Tyre Nichols, detenido por un asunto de tránsito, murió al recibir una paliza por parte de cinco oficiales tras un altercado que tuvieron. Como era de esperarse, no han faltado acusaciones de “racismo sistemático” de la policía, e incluso hay quienes culpan al supremacismo blanco. Sin embargo, en este caso particular, todos los oficiales involucrados, los cinco, también son de raza negra, por lo que la acusación resulta inverosímil. Pareciera ser que de lo que se trata no es de informar bien, sino de provocar revueltas.
Manipular al pueblo se da no sólo en Estados Unidos. También en otros países. Por eso repito lo que ya he dicho en otras colaboraciones: que es muy importante darse uno tiempo para informarse cuidadosamente antes de formarse una opinión, y no dejarse llevar de buenas a primeras por cualquier narrativa, sobre todo en temas delicados. Una sociedad mal informada, y con rencores y divisiones, representa un grave riesgo para la solidez de cualquier nación, y una ventaja para movimientos (sobre todo de izquierda) que buscan sacar provecho de la situación.
Carlos Martín Quintero Orcí
Puntos curriculares:
*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.
*Colaborador de INCIDE desde el 2001.
*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.
*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.
*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.
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