27 Ene RAZONADAS SINRAZONES PARA NO VACUNARSE CONTRA EL CORONAVIRUS
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POR: ARQ. CARLOS MARTIN QUINTERO ORCI
La fiebre española que azotó al mundo de 1917 a 1919 debería servirnos de lección. En ese entonces, en Filadelfia, al bajar del número de casos, se asumió que ya había terminado, y hubo un desfile de celebración sin medidas de protección. A los pocos días, los hospitales estaban llenos otra vez. Dicen que quien no conoce la historia está condenado a repetirla. El problema es que muchos que sí la conocen también la repiten.
Desde el inicio de la actual pandemia se han desarrollado vacunas y otros medios de protección, por lo que el problema ya debería estar resuelto, o al menos controlado. Pero ha habido mucha desinformación y teorías conspiracionistas, que hacen que muchos se nieguen a vacunarse o a usar cubrebocas, prolongando así la pandemia, arriesgando su vida y la de otros (un asintomático puede contagiar sin saberlo). Incluso ha habido conocidos “negacionistas” fallecidos por covid.
Tan grande es la obstinación de los negacionistas, que hay uno que, siendo doctor y habiendo fallecido así varios colegas, aún niega la existencia del covid, y sus muertes las atribuye a neumonía. Un caso más extremo fue el de una cantante checa que, para poder salir de gira, necesitaba el pase sanitario, que sólo puede obtenerse vacunándose o habiendo superado el contagio. Tontamente, eligió exponerse al virus para contagiarse y terminó muriendo. Su hijo acusó, seguramente con toda razón, al movimiento antivacunas de convencer a su mamá de no vacunarse.
Hay muchas razonadas sinrazones por las que muchos no se quieren vacunar, entre ellas:
Las vacunas se producen con células de bebés abortados: De ello hablaremos después, por ser un tema que hay que explicar bien. Lo que puedo decir en este momento es que, de acuerdo a la ley moral natural y a la moral cristiana, podemos disponer de ella temporalmente, aclarando que no estamos de acuerdo con el aborto y que se deben buscar otras vacunas que no tengan ese origen. Si ocurre que la única vacuna a nuestra disposición es de este tipo, es lícito recibirla. Pero si uno tiene la posibilidad de acceder a una vacuna que no tenga que ver con bebés abortados, se debe elegir esta.
Nos van a implantar un chip para sacarnos información: Tan sólo en nuestra credencial del INE aparecen nombre, dirección, fecha de nacimiento y fotografía. La aplicación bancaria en el celular permite la geolocalización, y con lo que publicamos en las redes sociales saben bien como pensamos. Así que no necesitan implantarnos nada. Además, un chip dentro del cuerpo tiene que ser alimentado eléctricamente y tener una antena de 2.1 cm para poder mandar información (no se puede implantar esto usando una jeringa), y esta solamente podría captarse a pocos centímetros de distancia.
Ya tuve covid, no necesito vacunarme: Aun habiendo tenido covid hay que vacunarnos, porque la inmunidad obtenida así probablemente será mejor que la inmunidad obtenida tras el contagio, dicen los expertos en salud. El virus continúa mutando (y matando), y podría seguirlo haciendo hasta que la inmunidad inducida por infección natural o por vacunación no funcionen más. Así que debemos vacunarnos y acabar de una vez con el problema.
Y así como estas “razones”, aún hay más.
La situación empeora, en el caso de nuestro país, por la irresponsabilidad y descuido con que nuestras autoridades han manejado la pandemia, como si no fuera ya suficiente el crimen contra la humanidad (por el cual sus responsables deben ser juzgados) de quitarle sus medicinas a los niños con cáncer, tan sólo para presumir que se combate una supuesta corrupción en el abasto de medicinas de la que hasta ahora no se han presentado pruebas ni se ha procesado a nadie. De pilón, quieren imponer los permisos covid para los trabajadores que, sin ser checados por un médico, sino sólo afirmando tener síntomas, obligan a los patrones a darles permiso de faltar al trabajo.
Por ello hay que hacer que todos se vacunen, porque en nuestra cultura actual, el individualismo, basado en la falsa noción de que “libertad” es poder hacer lo que uno quiera y no hacer lo que uno no quiera, ha desplazado a la noción del “bien común”, que nos lleva a hacer cosas que no nos gustan, pero que son para beneficio de todos, como pagar impuestos, respetar la ley, o incluso ir a la guerra en defensa de nuestro país ante una agresión injusta. En este momento, lo único que se nos pide para proteger a nuestro país es vacunarnos.
Cuando en Francia se implementó el pasaporte covid para poder entrar a lugares públicos, hubo protestas pero funcionó, ya que quienes no querían vacunarse tuvieron que hacerlo, para bien de todos. Aun así, vacunarse sigue siendo una decisión personal. La autoridad no puede invadir los hogares para vacunar a fuerzas a la gente. Pero esta debe ser responsable, y si no se quieren vacunar, que usen gel y cubrebocas y que guarden la sana distancia, o que no salgan de sus casas. Si quieres protegerte a tí y a tus seres queridos, vacúnate. De lo contrario, serás parte del problema, no de la solución.
Carlos Martín Quintero Orcí
Puntos curriculares:
*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.
*Colaborador de INCIDE desde el 2001.
*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.
*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.
*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.
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