23 Dic SUPREMA CORTE DE ENSUEÑOS / FELIZ NAVIDAD
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POR: ARQ. CARLOS MARTIN QUINTERO ORCI
Hace años trabajé en una compañía constructora. Había ahí un ingeniero que se refirió en son de broma al área de proyectos, que es donde se crean los diseños arquitectónicos (y donde yo laboraba) como el “departamento de ensueños”, a lo que alguien de esa área respondió: “donde lo imposible se hace realidad”. Bueno, pues parece que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pese a que para muchos asuntos aún toma decisiones sensatas, para otros se ha convertido en la “Suprema Corte de Ensueños de la Nación”, donde lo imposible se hace realidad. Ya han manifestado recientemente que el aborto no es un crimen y que el matrimonio puede ser entre personas del mismo sexo, entre otros absurdos.
El más reciente, al pronunciarse sobre una controversia acerca del artículo 1193 del Código Familiar del Estado de Sinaloa, fue dictaminar que una persona puede cambiar oficialmente su fecha de nacimiento. Esto deja la puerta abierta a movidas chuecas en cuestión de pensiones o de pedofilia. Supuestamente habrá candados para evitar abusos, pero ya sabemos cómo son las cosas en México. Por lo pronto, esto es en Sinaloa, pero sienta un precedente para el resto del país.
El argumento con el que intentan justificarlo es: “si ante la sociedad, una persona se ha identificado constantemente (…) con una fecha de nacimiento, entonces ello forma parte (…) de su ‘verdad personal’, pues la identidad se construye durante toda la vida del ser humano, comprendiendo elementos y aspectos que van más allá de la ‘verdad biológica’. Estos elementos deben reflejarse en el acta de nacimiento, pues es un documento a través del cual la persona se identifica e individualiza dentro de la sociedad. Así, debe tomarse en cuenta que la Oficina del Registro Civil tiene como finalidad última la de dotar de certeza y seguridad jurídica de la realidad humana y no constituir un obstáculo al pleno ejercicio de este derecho”.
Si, mucha palabrería rebuscada, pero a fin de cuentas sólo significa que la información contenida en un documento oficial, como es el acta de nacimiento, ya no será confiable, porque para la SCJN la verdad objetiva ya no debe ser un obstáculo para que la persona sea reconocida como a esta se le pegue su regalada gana. Una decisión más en donde las opiniones y preferencias personales pesan más que los hechos. Donde los subjetivo prevalece sobre lo objetivo.
El nacimiento de alguien es algo que se da en una fecha específica y no hay nada que pueda cambiar eso, le guste o no a esa persona. Pero da la impresión de que los ministros de la Corte, o por lo menos la mayoría de ellos, piensan que la verdad es relativa. Con este tipo de decisiones, esta institución, cuya misión fundamental de mantener el orden de las cosas en nuestra sociedad, está minando su seriedad y respetabilidad. Sería cosa de risa, de no ser por el daño que está causando al país. Es por ello que resulta necesario destituir a los actuales ministros y nombrar a otros nuevos que trabajen, no a veces, sino siempre, en bien de México.
Y cambiando de tema, ya casi es navidad. Recordemos lo que se celebra: el nacimiento del Salvador, Cristo Nuestro Señor. Pero es fácil olvidar esto por los compromisos y las prisas por los preparativos para ese día, pero sobre todo, por tanta secularización que existe actualmente. Tomemos por ejemplo las muchas películas americanas de navidad, que presentan historias generalmente románticas y hablan mucho del Santoclós. Pero prácticamente en ninguna de ellas, pese a ser supuestamente tan navideñas, hacen referencia al nacimiento del Niño Dios.
También está el hecho de que en Estados Unidos se ha vuelto muy común en esta época del año escuchar “happy holidays” en vez del tradicional “merry christmas”, tal vez para ser lo que hoy llaman “inclusivo”, o porque creen que si no lo hacen van a ofender a quienes no comparten nuestra fe. Y como nuestro país siempre ha estado sujeto a la influencia cultural de los Estados Unidos, ya se está volviendo aquí también una costumbre el decir “felices fiestas” en vez de “feliz navidad”.
Pero recordemos que esta es una celebración 100% cristiana. Si personas que no son cristianas se nos quieren unir en la celebración, pues adelante, son bienvenidas. Pero lo que nosotros, quienes somos cristianos, no debemos hacer es dejarnos llevar por la corriente y despojar de su verdadero sentido a esta celebración esencialmente cristiana, reduciéndola a una simple celebración humana. Debemos cuidar nuestra fe, que es el mejor legado que nos han dejado nuestros padres.
Una forma de darle el sentido cristiano a la navidad es, por ejemplo, en la reunión con familiares y amigos, además de la cena y los regalos, que alguien lea un pasaje de los evangelios donde se hable del nacimiento de Cristo. O tal vez a usted, amigo lector, se le ocurra otra idea. Lo importante es no olvidarnos del Cumpleañero en su propia fiesta de cumpleaños.
Así que les deseo a todos que pasen una muy feliz navidad y año nuevo, y que Dios bendiga y proteja a México.
Carlos Martín Quintero Orcí
Puntos curriculares:
*Arquitecto con experiencia en todo tipo de proyectos.
*Colaborador de INCIDE desde el 2001.
*Historiador aficionado de la ciudad de Hermosillo.
*Escritor en diferentes medios acerca de diferentes temas.
*Fotógrafo del paisaje y de la construcción.
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