19 Abr Niños sin escuela
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Para más de 5 millones de niños y adolescentes mexicanos no fue posible inscribirse al ciclo escolar en curso, lo anterior por diversas razones, hay quienes no tienen teléfono o computadora ni internet para seguir con sus estudios, pues los estragos económicos que trajo consigo la pandemia por COVID-19 es uno de los principales factores de la alza en deserción estudiantil en nuestro país, sobretodo para la población vulnerable, sin embargo, el panorama no cambia para educación privada pues en este caso gran parte del alumnado fue inscrito en planteles del sector público incrementando así considerablemente la matrícula provocando incluso el cierre de gran número de colegios o lo que es peor, el caso de los niños que se niegan a tomar sus clases a distancia a pesar de las graves consecuencias que van desde la pérdida del beneficio al desarrollo infantil, social, psicológico hasta el rezago educativo de los niños y niñas mexicanos.
Pues en México, para nuestros estudiantes la pandemia ha significado menos ingresos, más estrés y violencia intrafamiliar, el confinamiento por la pandemia cerró el acceso a un espacio relativamente seguro, en donde, si bien no aprendían lo suficiente, muchos de ellos accedían a alimentos gratuitos, interactuaban con sus compañeros y muchas veces contaban con las orientaciones de un docente responsable y comprometido. El cierre de escuelas también cierra su posibilidad de adquirir aprendizajes formales, reduciendo su probabilidad de escapar de la pobreza, realmente los costos del cierre de escuelas en términos de pérdida de aprendizajes son enormes.
La buena educación también es fundamental para la salud física y mental. La deserción y el rezago estudiantil traera importantes efectos perjudiciales en el bienestar a corto y largo plazo en nuestra sociedad. Por lo que habrá que buscar a los 2.3 millones de estudiantes que no se inscribieron al ciclo escolar actual por motivos de salud relacionadas con la pandemia y a los otros 2.9 millones que no lo hicieron por falta de recursos, con una solución urgente que prometa la reinserción eficaz de los niños y adolescentes a las aulas, vencer al rezago digital; pues el desafío consistirá en avanzar en el acceso al conocimiento mediante la tecnología, pero sobre todo atender la nivelación escolar para así atenuar desigualdades que ya amenazan al sistema educativo.
De lo anterior debemos analizar un plan de recuperación de los aprendizajes. La implementación de este plan puede ser una oportunidad para abordar el reto educativo al que nos enfrentamos pues la escuela es para nuestros niños una opción viable para alcanzar mejores niveles de bienestar futuro, mejorar la movilidad social pues los aprendizajes que niños, niñas y jóvenes adquieren hoy determinarán sus ingresos futuros, salud, participación democrática, entre muchos otros beneficios.
María Fernanda Quijada Canales
- Egresada de la UVM en Ingeniería en Negocios y Tecnologías de la Manufactura (2017).
- Titulación por CENEVAL de Ing Industrial y de Sistemas.
- Especialista en Certificación y Evaluación Competencias Laborales y Sistema Educativo de Formación Dual.
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