Es la última columna de este 2020, los sentimientos encontrados no se dejan esperar. A pesar de todos los pesares hubo muchas Bendiciones para cada uno de nosotros. En esta ocasión te hablaré de ese patrimonio que debes cuidar con gran esmero, solo que antes te platicaré algo personal, se que estamos en confianza.

Así que sin más rodeos comienzo: desde hace treinta y ocho años estamos juntos; no nos hemos separado ni un solo día, ni una sola noche. Sólo a él le puedo contar todo lo que pasa en lo más profundo de mi  alma, hasta eso que no se cuenta ni a tu mejor amigo.

A su lado cualquier paño de lagrimas se queda chico, nadie puede imaginar lo que a su lado he reído y llorado. No entenderían lo conciliador que es y el gran consuelo que me hace llegar. Al terminar el día tenemos una conversación llena de paz y tranquilidad. Ahí, en ese instante, me hace ver mis aciertos y errores; es testigo de mis luchas y derrotas.

Tenerlo a mi lado, ha sido mi sostén para seguir adelante, ese estira y afloja cuando me canso de luchar. Es un compañero y amigo paciente, que espera con mucha serenidad a que llegue, sin reproches, aunque no aprueba todo lo que hago, ni lo que pienso, pero ahí está pendiente de lo que acontece cada día.

No me imagino sin él, sin sus cincuenta y ocho puntos visible de apoyo. Ya está un poco deteriorado, sin color y con remiendos, pero aún juntos. Podría buscar otro Rosario, el sosiego sería igual, lo sé, pero llevamos juntos más de la mitad de mi vida y espero también tenerlo la siguiente mitad.

Espero que tu también tengas ese momento de recogimiento cada día. Ese es el patrimonio del que te quería hablar en esta ocasión: tu relación con Dios (Ser Supremo, la Madre Naturaleza). Podrás cuestionar porqué lo pongo como patrimonio, y la respuesta es muy sencilla, porque es el momento diario que tienes contigo mismo para revisar y corregir. Es el momento que puedes pedir perdón por lo que dejaste de hacer, por esa ayuda o apoyo que no otorgaste, por dejarte llevar por la corriente. Es el momento que te fortalece para sacar adelante a tus proyectos y tu familia.

Es un momento que no te costará dinero, solo tiempo.  Es un momento que te ayudará  a dar lo mejor de ti, sin egoísmos y sin condiciones. Es un momento que te ayudará a no caer en depresión. Por eso lo debes cuidar con gran esmero, no lo debes perder. Aquí tienes la ventaja que no hay vencimientos, la póliza no expira. Sólo la debes mantener al día.

En este 2020 muchos tuvimos que innovar la manera de llevar el sustento a nuestro  hogar, nos capacitamos y estudiamos mucho más, cambiamos hábitos y costumbres, convivimos más con esos seres extraños llamados familia. En los últimos días de este año, invariablemente nos tenemos que examinar para poder marcar nuestros propósitos del próximo año:

• ¿Cómo fue la convivencia con la familia?
• Las personas con las que me relaciono, ¿las trato bien?
• La relación con mis hijos ¿cómo la llevé este año?
• ¿Hago feliz a mi esposo o esposa?
• Mi seguro de vida ¿lo tengo al día?
• Mi plan de retiro ¿ya lo inicié?
• El seguro de gastos médicos para la familia ¿lo tengo?
• Reorganizar mis horarios
• Mi momento con Dios

De corazón deseo que venga lo mejor a tu vida y que a vuelta de 365 días podamos estar de nuevo dando Gracias por continuar en este maravilloso mundo.

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Ana Lidia Moreno Ríos

Licenciada en Letras. Asesora financiera, inmobiliaria y de seguridad patrimonial. Directora de TS Bienes Raíces. Miembro de ASAIS y MULIV. Agente de RGA Promotoría. Colaboradora de Semanario Primera Plana en materia inmobiliaria, Ex Presidenta de AMPI Hermosillo (creadora del Foro Inmobiliario)  y miembro del Consejo Técnico de Consejo INCIDE, A.C.

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