Claves para la Seguridad Residencial - INCIDE
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16 Dic Claves para la Seguridad Residencial

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El hecho de que, por ejemplo, los ciudadanos se mantengan más tiempo en sus residencias, no necesariamente los hace menos vulnerables. Hacia ellos van dirigidas estas recomendaciones…

Se ha hecho común que, en el último trimestre de cada año, se incrementen las actividades delictivas que impactan a las organizaciones y a las comunidades. Por lo general se trata de robos, hurtos, extorsiones, secuestros, venta de productos falsificados y hasta homicidios.

Durante la pandemia los criminales lejos de reducir sus actividades han mutado las formas de lograr sus objetivos. El hecho de que, por ejemplo, los ciudadanos se mantengan más tiempo en sus residencias, no necesariamente los hace menos vulnerables. Hacia ellos van dirigidas estas recomendaciones para minimizar la posibilidad que sean víctimas.
Actitud. Cuando llevamos a la acción el trabajo en equipo como comunidad pronto vemos los resultados. Durante las crisis, la suma de los recursos escasos nos permite afrontar con éxito las dificultades. Aislarse y pensar que la inseguridad es “un asunto de los demás”, es un error. Las mejores prácticas en seguridad tienen entre los factores comunes la solidaridad y la participación de todos. Cuando, por ejemplo, advertimos al vecino que en su vehículo una ventana a quedado abierta, estamos minimizando oportunidades al delincuente, creando un precedente de interés y fomentando la cultura de prevención. El modelaje positivo es clave, ya que no sólo mantenemos las medidas que hemos acordado, sino que servimos de ejemplo para lograr que los más jóvenes sean multiplicadores. Así mismo, una vez que se llega a acuerdos en cuanto a las normas, todos deben cumplirlas y no crear nosotros oportunidades para ser víctimas.
Mantenimiento. Muy probablemente en estos momentos no se disponga de todos los recursos para implementar los sistemas de seguridad que deseamos. Hay alternativas de bajo costo vinculadas al entorno que debemos poner a consideración de la comunidad y cuya efectividad ha sido probada en numerosas oportunidades. Cuando un delincuente transita por un sector donde hay paredes con grafitis, basura regada, áreas enmontadas e iluminación deficiente, entre otros, sabe que tiene mejores posibilidades para actuar. Por el contrario, cuando los ciudadanos establecen rutinas de mantenimiento, no sólo están mejorando en líneas generales la calidad de vida, sino que trasmiten un mensaje de control, supervisión e interés. Esto se traduce en que cualquier actividad delictiva tiene mayores posibilidades de ser detectada por una comunidad organizada. Diversas colectividades de América Latina han implementado sencillos planes de mantenimiento a sus comunidades residenciales y han obtenido favorables resultados.
Barreras. Se trata de aquellos elementos físicos que permiten mantener niveles de protección ante las amenazas. Están conformados principalmente por rejas, cercas, concertinas, muros, paredes, techos, pisos, puertas y ventanas. Su diseño e implementación varía de una instalación a otra, por lo que algo que es eficiente para un caso, no necesariamente lo es para otro. No basta con disponer de alguna barrera, sino que su uso y mantenimiento adecuados son vitales. Por ejemplo, puertas con fracturas, bisagras oxidadas, muros con filtraciones, vidrios de ventanas sueltos o partidos y cerraduras defectuosas, se convierten en vulnerabilidades que el delincuente va a aprovechar. Por otra parte, de nada sirve tener la más sólida de las puertas si los usuarios no la cierran con llave. Hay que asignar responsabilidades a los miembros del núcleo familiar sin que ello implique que el resto se desentienda. Cada noche alguien tiene que verificar que puertas, rejas y ventanas han sido correctamente cerradas. Cada vez que salimos de casa, aún por un breve período de tiempo, todos debemos cerrar puertas y rejas. Esos descuidos y excesos de confianza los detecta el delincuente y no pierde la oportunidad.
Tecnologías. La proliferación de modelos, marcas y tipos de sistemas de seguridad electrónica han traído entre otras consecuencias, costos accesibles de acuerdo con las capacidades de cada uno. Es posible instalar desde un sencillo videoportero para controlar los accesos al conjunto residencial, hasta un sofisticado sistema de videovigilancia y alarmas. La seguridad no se gestiona eficientemente sólo con la disponibilidad de recursos, es necesario determinar cuáles son las necesidades reales de las instalaciones para lograr una eficiente relación entre costos y beneficios. Dos factores que deben tenerse presentes: buscar la asesoría de un especialista en seguridad y entender que siempre es mejor disponer de un sencillo sistema e ir incorporando lo que podamos de acuerdo con nuestras posibilidades, a no tener nada.
Ante un mundo que cambia cada vez más y más rápido, el ciudadano debe ser proactivo si desea mantener protegidos sus seres queridos, sus propiedades y así mismo. La resistencia al cambio y la reactividad tiene un altísimo costo no sólo en la integridad física sino en la emocional. ¿Quiere minimizar la probabilidad de ser víctima del delito? Demuestre con hechos que es parte valiosa y activa de su comunidad.

Artículo tomado de: https://www.eluniversal.com/el-universal/86525/claves-para-la-seguridad-residencial   con la autorización de su autor:

Alfredo Yuncoza MBA CPO CRM

Alfredo Yuncoza tiene un MBA con estudios en Economía, y se ha graduado de varios títulos en seguridad y protección, así como del Centro William J. Perry de Estudios de Defensa Hemisférica, (Universidad Nacional de Defensa. EE. UU.). Sus funciones incluyen: Presidente – fundador del Consejo Asesor Hispano de la Fundación Internacional para Oficiales de Protección (IFPO); Director de Programas Académicos Corporativos en Security College US; Miembro de la red de expertos de la Iniciativa Global contra la Delincuencia Organizada Transnacional; Ex vicepresidente regional (8B) de ASIS International; y Presidente del Comité de Seguridad BritCham Venezuela. Su carrera profesional de más de 30 años se ha desarrollado para organizaciones nacionales y transnacionales. Actualmente es consultor en gestión de riesgos estratégicos en América Latina.