26 Ago La pandemia del pasado
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- Abuelo, antes de salir de vacaciones el maestro nos dejó una tarea en la que necesito que me ayudes. ¿Me ayudas?
- Claro hijo. ¿Qué fue lo que te dejaron hacer?
- Nos dijeron que los que tenemos abuelos les preguntáramos sobre la pandemia del siglo pasado, que tal vez les había tocado vivirla cuando eran niños o jóvenes.
- Ah, pues tienes mucha suerte, porque me tocó vivirla. Yo era un poco más grande que lo que eres tú ahora. Tenía 12 años.
- ¿Un poco más grande? Si apenas tengo 10, eras mucho más grande que yo.
- Tienes razón, a veces dos años pueden ser mucho tiempo.
- El profe nos dijo que en la pandemia cambiaron muchas cosas, que averiguáramos cuáles.
- Uy, pues hubo cosas dolorosas que pasaron, otras que cambiaron, pero la verdad sí la pasamos mal, unos más que otros, pero creo que a todos nos fue mal de alguna manera. Lo más doloroso es que murió mucha gente. Las personas se enfermaban y aunque algunos sanaban, muchos se morían. Era difícil conseguir que atendieran a todas las personas en los hospitales y los doctores al principio no sabían cómo curarlas.
- ¿Se murió alguien que tú conocieras?
- Sí… Varias personas. Mis dos abuelos murieron y también mi hermana Dolores. Fue algo muy triste. Mi mamá todavía no se recuperaba de llorar a mi abuelo cuando mi hermana se enfermó, y en unos días hubo que enterrarla. Ella era mi hermana más grande.
- ¿Por qué se enfermaban tantos?
- Pues eso es lo que pasa con las pandemias. La gente se contagia y no te das cuenta ni cómo. En mi casa usábamos tapabocas. Era algo muy raro. La gente tratábamos de salir muy poco, sólo para conseguir comida; hasta la mayoría dejó de trabajar por miedo a contagiarse.
- El otro día que tuve gripa mi tío Armando me dijo que me cubriera la boca y pensé que exageraba. Esa cubierta me molestaba.
- El tapabocas es muy importante, lo malo es que cuando terminó la epidemia poco a poco las personas fueron dejando de usarlo. Parece que no aprendemos.
- ¿Y tú no te contagiaste abuelo?
- No. Cuando mi hermana empezó a tener síntomas mi madre la aisló en un cuarto. Todos los demás dormíamos en el otro cuarto y sólo ella le llevaba comida y la cuidaba.
- ¿Y qué pasaba en tu escuela?
- Pues nada porque suspendieron las clases. Durante ese tiempo no íbamos a ningún lado. Con decirte que hasta los adultos dejaron de ir al trabajo. Tampoco salíamos a jugar con los amigos. Nos la pasamos dentro de casa… Bueno, la verdad es que una vez me salí sin que mis papás se dieran cuenta para jugar con unos amigos, pero ellos no pudieron salir de sus casas y cuando regrese a la mía, mi papá me estaba esperando con el cinturón en la mano.
- ¿Te puso una buena con el cinto?
- Pues sí. Después entendí que estaba muy asustado, que tenía mucho miedo.
- ¿Por qué?
- Pues porque me pude contagiar y regresar y contagiar a la familia.
- ¿Y cuánto tiempo duró el encierro y la pandemia?
- Dos años. Dos años muy raros.
- ¿Crees que vuelva a haber otra pandemia abuelo?
- No lo sé. Dicen que gracias a eso la ciencia avanzó mucho. Tanto que tal vez ya no haya otra enfermedad que se desparrame por tantos países matando a la gente.
- Qué bueno, porque no quiero que me toque una. ¿te tocó vivir otra pandemia?
- Sí y no.
- ¿Cómo que sí y no?
- Pues a mí realmente no, pero el mundo vivió algo parecido a una pandemia, pero más absurda y creo que peor.
- ¿Qué puede ser peor abuelo?
- Las guerras hijo. Las guerras. Son pandemias en las que muere mucha gente sin que haya un virus que las infecte. Bueno, sí se infectan, pero por enfermedades del alma.
- ¿Cómo es eso?
- El corazón y la mente de algunas personas se contamina de poder, avaricia, egoísmo, abuso y maldad. Entonces esa gente empieza a hablar y publicar mentiras que contagian a otras personas hasta que desatan una guerra. En aquél entonces el mundo recién había terminado una, luego llegó la pandemia y después se volvió hacer otra guerra. Les llamaron las guerras mundiales.
- Ah… Vi una película de guerra una vez. Creo que era de esas guerras.
- Fue algo terrible. Espero que ahora que acabamos de entrar al siglo 21 ya no haya más guerras ni más pandemias.
- ¿A la pandemia también le pusieron nombre?
- Sí, la llamaron Influenza Española.
- Ah, sí, el profesor dijo que así se llamaba y también nos dijo que ya no habría más pandemias, que eso era del pasado, que por eso debíamos preguntarle a los abuelos.
- Que bueno que cree eso, espero que ya no haya ni pandemias, ni guerras.
- Gracias abuelo, me ayudaste con la tarea. Voy a escribir lo que me dijiste. Si se me olvida algo te vuelvo a preguntar.
- Claro hijo.
El pequeño abrió su cuaderno y en la parte superior derecha escribió la fecha: enero 2, 2001.
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